El texto de hoy va de cómo la Osteopatía puede mejorar las disfunciones hormonales.

Como dice el título, menstruar es un placer. Muchas mujeres hoy en día no tienen una buena relación con la menstruación, de hecho para algunas puede ser fuente de gran sufrimiento.

Los síntomas y la intensidad de éstos pueden ser muy variados: dolor en la ovulación, en la menstruación, dolores de cabeza, síndrome de ovarios poliquísticos, sangrados muy abundantes, retención de líquidos, piernas cansadas, dolores y contracturas musculares, endometriosis, acné, falta de menstruación, ciclos irregulares, ausencia de ovulación, e infertilidad en los casos más severos.

¿Podemos hacer algo para mejorar o que desaparezcan estos síntomas? Estamos de suerte porque la respuesta es SÏ.

Hay más de un camino, pero voy a centrarme más en cómo la Osteopatía puede ayudarnos. Es un trabajo que puede durar varias sesiones, y va a depender de cómo cada mujer integre el tratamiento. La labor de la Osteopatía es devolver la movilidad y la energía a las estructuras que están rígidas y poco flexibles, y equilibrar y descongestionar los órganos que no hacen bien su función en la producción, transporte y eliminación de la sangre y las hormonas.

Además de trabajar sobre el sistema nervioso para que no estemos con demasiada tensión o demasiado bajitas. Es un arte que da movilidad al útero. A veces duele menstruar porque nuestro útero está rígido, frío y sin energía. Activa y flexibiliza a nuestra pelvis y sacro. Revitaliza a nuestro sistema circulatorio. Equilibra y descongestiona a los ovarios (productores de hormonas), el bazo (productor de sangre), los riñones (batería energética y fuente de calor), el hígado (gran depurador que elimina los estrógenos sobrantes durante la menstruación y los tóxicos) o el tiroides responsables de una menstruación saludable trabaja sobre la hipófisis, la directora del ciclo hormonal, además de regular a nuestro sistema nervioso.

En definitiva, la Osteopatía nos equilibra a nivel físico y energético allá donde lo necesitemos. Hay más caminos que nos llevan a una menstruación saludable y que pueden apoyar el trabajo de la Osteopatía:   

– Alimentación: evitar azúcar, edulcorantes y toda la comida que lo contenga, café, lácteos animales y derivados. Alcohol y los tóxicos de los que hablamos el otro día.   

– Deporte: 3-4 veces a la semana, con cambios de ritmo y a una buena intensidad.   

– Dormir bien, disminuir el stress:  Descansar en la menstruación. Ir a favor de la energía de cada fase del ciclo menstrual.   

– Calor: durante los días de menstruación no tener los pies ni los riñones fríos.   

– Vaporizaciones entre menstruaciones con plantas calientes que activan la circulación de nuestro sistema reproductor y que limpian energéticamente el útero y la vagina.   

– Uso de copa menstrual, compresa y tampones ecológicos.

Virginia París, Fisioterapeuta y Osteópata especialista en mujer. Trabajo en centro de fisioterapia Virginia París en Urduliz. v.paris@yahoo.es