Todas las alarmas sanitarias, en relación a los plásticos, están encendidas porque afectan a la salud de la inmensa mayoría de población. Por primera vez un nuevo estudio ha encontrado contaminación por microplásticos en sangre humana de casi el 80% de las personas estudiadas. El impacto final que estas primeras conclusiones tengan sobre nuestra salud se desconoce por el momento, pero los investigadores están muy preocupados porque los microplásticos dañan las células humanas.En dicho estudio se analizaron muestras de sangre de 22 donantes, todos adultos y sanos, encontrándose partículas de plástico en 17 de ellas. La mitad contenían plástico PET (polyethylene terephthalate), usado normalmente en las botellas de bebidas y obtenido por reacción entre el ácido tereftálico (posible alterador endocrino, irritante, cálculos de vejiga…) y el etlilenglicol (susceptible de provocar malformaciones en el embarazo y daños renales y cerebrales).En 1/3 de las muestras analizadas se encontró PS (poliestireno), obtenido por reacción polimérica del estireno (cancerígeno) e, igualmente, usado para envasar alimentos y otros productos.

A todo ello hay que añadir la posible presencia en los plásticos de bisfenol A, sustancia que afecta a la vida sexual y reproductiva de los seres humanos, al crecimiento de la próstata o a la deficiencia del número de cromosomas en el óvulo; estando también relacionado con la obesidad y el cáncer de mama.

https://www.lavanguardia.com/natural/20220314/8121590/nicolas-olea-hay-sacar-bisfenol-envases-alimentarios.html

La investigación a la que hacemos referencia ha sido publicada en la revista Environment International y ha utilizado técnicas que permiten detectar y analizar partículas de hasta 0,0007 mm.Para mayor asombro de los investigadores, algunas de las muestras de sangre contenían dos o tres tipos de plásticos. En consecuencia, el torrente sanguíneo mueve los plásticos por todo el organismo resultando sumamente inquietante que los micro plásticos pudieran afectar al metabolismo y estructura celular y provocar cáncer. Esta preocupación es tanto más alarmante cuanto que los propios autores del estudio hicieron referencia a la existencia de altos niveles de plástico en las heces de los bebés.

¿Ante situación tan alarmante es posible hacer algo? Claro. Hay que empezar por expulsar lo más posible el plástico de nuestras vidas.

Existen alternativas ecológicas y saludables (vidrio, cerámica, acero inoxidable, papel, madera, textiles , materiales inertes, etc…) pero hay que cambiar hábitos. Y aunque hacerlo pudiera resultarnos algo más engorroso, la elección es obvia: ¿COMODIDAD O SALUD? El primer paso lo hemos dados: ya estamos informados. No en vano sabemos que SI LA INFORMACIÓN ES PODER, LA ECOLOGÍA ES VIDA.