La búsqueda irracional de la productividad de la tierra, por parte de la agricultura y la horticultura intensiva, están desplazando el problema de los rendimientos a la polinización. El uso masivo de pesticidas, insecticidas, herbicidas, etc. buscando cosechas más rentables diezma mortalmente a los encargados naturales de la polinización: abejas, insectos, pájaros, murciélagos, lagartijas, sírfidos, mariposas y polillas; en definitiva, cualquier animalillo que se mueva y trastee entre las plantas llevando o trayendo polen de una flor a otra. En Europa sobre las espaldas de la abeja occidental ha descansado durante milenios la labor de la polinización y la oferta de miel y otros productos. Pues bien, según fuentes oficiales de la UE “en los últimos años, los apicultores han reportado pérdidas de colonias en países de la UE occidental como España, Francia, Bélgica, Alemania, el Reino Unido, Italia y los Países Bajos. Se trata además de un problema global porque también se ha detectado el mismo problema en EEUU, Rusia y Brasil”. Esto es algo que saben muy bien los horticultores de casi cualquier rincón de España.

y de hecho, llevan ya años buscando alternativas que van desde la importación de abejorros hasta el uso de drones.

¿LA POLINIZACIÓN A MANO PUEDE HACERLA CUALQUIER PERSONA?

Claro que sí. Son muy pocas las plantas que se autopolinizan; por lo tanto, quienes tengan pequeñas explotaciones o huertos (rurales o urbanos) puede polinizar a mano sus plantas, si han dejado de hacerlo las abejas y si no quieren ver cómo los frutos empiezan por agostarse y morir. Cuando eso ocurre no queda otro remedio que hacerlo manualmente. Salvo que pueda recurrirse a opciones más costosas e ineficaces como comprar drones, aunque cientos de drones no puedan sustituir el poder polinizador de una sola abeja. Veamos cómo polinizar a mano. Toda la tecnología que vas a necesitar para polinizar manualmente va a ser disponer de un pincel, cepillo muy pequeño o bastoncillo de algodón.

Provista de dichas herramientas y adecuadamente limpias, deberás recoger el polen de la flor masculina y trasladarla a la flor femenina (distinguirlas suele resultar fácil ya que en el interior de la flor podrás diferenciar fácilmente quién es quien por sus propias formas).

Entre las plantas más necesitadas de polinización manual se encuentran las berenjenas, tomates, pimientos, pepinos, fríjoles, guisantes, fresas, melones, calabacines, calabazas, etc…

¿QUÉ PUEDE SUPONER LA DESAPARICIÓN DE LA POLINIZACIÓN ANIMAL?

Las consecuencias pueden ser impredecibles porque la reducción/extinción del número de polinizadores naturales pone en riesgo la continuidad de la vida en el planeta tal y como la conocemos: reducción de la producción mundial de alimentos, pérdida dramática de biodiversidad animal y vegetal, hambrunas, medicamentos biocombustibles, fibras naturales (algodón, lino, madera…) ¿Alarmismo? Ninguno. Esa realidad está ya aquí-la sufren millones de campesinos en todo el mundo- y golpea dramáticamente nuestras conciencias. Las soluciones existen y no pasan por la tecnociencia (drones) sino por preservar la vida de esos animalillos que han acompañado al ser humano desde sus más remotos orígenes mediante la vuelta a una agricultura ecológica y sostenible.Avisadas estamos; y como ya sabemos, SI LA INFORMACIÓN ES PODER, LA ECOLOGÍA ES VIDA.